Se acerca una de las festividades anuales más esperadas: el Carnaval. Una celebración que llena las calles de color, música y diversión, ofreciendo a todo asistente la posibilidad de convertirse en cualquier cosa que se nos pase por la imaginación y disfrutar de un espectáculo para todos los públicos.
Esta celebración ha ido evolucionando con el paso del tiempo y se ha ido extendiendo por islas de todo el mundo, como ya veremos en otras entradas. No obstante, no podemos evitar hacernos preguntas, tales como: ¿cuáles son sus orígenes?, ¿cuál es la isla que lleva más tiempo celebrándolo?, ¿cuáles son los carnavales isleños más famosos del mundo?…
En este texto nos vamos a centrar tanto en los inicios como en el carnaval más longevo, dejando para otra ocasión los carnavales isleños más populares del planeta.
Los orígenes del Carnaval
De entrada, tal y como vimos en este otro post sobre los orígenes de Halloween, te diré que no están del todo claros los comienzos de esta popular tradición, existiendo diferentes teorías.
La primera de ellas sostiene sus orígenes en antiguas fiestas europeas como el Dionisio griego o la Saturnalia romana. Durante estas fiestas, hubo una liberación temporal de las obligaciones y jerarquías sociales para dar paso al derrocamiento del orden, diversión y libertinaje.
Por otro lado, varias tribus germánicas celebraban el regreso de la luz del día. El invierno sería expulsado para asegurarse de que la fertilidad podría volver en primavera. Una figura central de este ritual era la diosa de la fertilidad Nerthus.
También hay quienes se remontan incluso a la época de los sumerios o el Antiguo Egipto, que consagraban a la diosa de la fertilidad, Isis, en una festividad llena de alegría y libertad.
El Carnaval de Venecia
De todas las celebraciones de Carnaval del mundo, el Carnevale di Venezia es uno de los más reconocidos. Y es que en las islas venecianas se lleva celebrando durante varios siglos el considerado como el Carnaval más elegante del mundo. Un evento donde tendrás ocasión de disfrutar de un continuo desfile de máscaras, sombreros y trajes de época. Aquí disfrutarás de espectáculos acuáticos, góndolas decoradas que navegan por los famosos canales de Venecia y presenciarás el emotivo y tradicional Volo dell’Angelo (Vuelo del Ángel), en la que una persona sobrevuela en una cuerda la Plaza de San Marcos.
Una fiesta milenaria
Los comienzos del Carnaval de Venecia son tan antiguos que encontramos ya el primer testimonio en un documento del Doge Vitale Falier de 1094, en donde se habla de entretenimiento público y se menciona la palabra Carnaval por primera vez.
El establecimiento del Carnaval por las oligarquías venecianas se hizo generalmente, al igual que en las anteriormente citadas antigua Roma y Grecia, para dar a la población, especialmente a las clases sociales más humildes, un período dedicado enteramente a la diversión y las celebraciones. Gracias al anonimato que garantizaba llevar máscaras y disfraces, se obtuvo una especie de nivelación de todas las divisiones sociales e incluso se permitió la burla pública de las autoridades y de la aristocracia.
No obstante, cabe mencionar que el primer documento oficial que declara el Carnaval de Venecia es un edicto de 1296, cuando el Senado de la República declaró un día festivo el día antes de la Cuaresma. En este momento, y durante muchos siglos, el Carnaval duró seis semanas, desde el 26 de diciembre hasta el Miércoles de Ceniza, aunque a veces las celebraciones comenzaban ya en los primeros días de octubre.
Las máscaras venecianas
Los ciudadanos que usan máscaras y disfraces pueden ocultar totalmente su identidad y así ocultar cualquier forma de pertenencia a clases sociales, sexo, religión… La participación en este rito de disfraz colectivo fue, y sigue siendo, la esencia misma del Carnaval. Un período de liberación de hábitos cotidianos y de los prejuicios y calumniadores, incluso de uno mismo.
Con esta costumbre, cada vez más extendida, para el Carnaval, en Venecia se desarrolló un enorme comercio de máscaras y disfraces. Uno de los disfraces más comunes en el antiguo Carnaval, fundamentalmente desde el siglo XVIII, es la Bauta. Esta figura, puramente veneciana y usada por hombres y mujeres, consiste en una máscara blanca bajo un tricornio negro y conjuntado con una capa oscura de terciopelo.
La Bauta se utilizó ampliamente durante el período de Carnaval, pero también en el teatro, o en las reuniones cortesanas, por la libertad de cortejo y anonimato que daba. De hecho, la particular forma de la máscara proporcionaba la posibilidad de beber y comer sin tener que retirarla.
Un destino turístico desde tiempos remotos
Durante el Carnaval las actividades de los venecianos pasaban a un segundo plano, dedicando buena parte de su tiempo a celebraciones, entretenimiento y espectáculos que se repartidos por toda la ciudad. Había atracciones de todo tipo: malabares, acrobacias, música, bailes, espectáculos con animales y varias actuaciones que entretenían a un público variado de todas las edades y clases sociales, con los trajes más imaginativos y sorprendentes.
Los vendedores ambulantes vendían todo tipo de mercancía, desde fruta de temporada o textiles, pasando por especias hasta alimentos de países lejanos. Había grandes eventos al aire libre junto con pequeñas actuaciones y espectáculos de todo tipo en casas particulares, teatros y cafés, así como largas fiestas enmascaradas en lujosos palacios venecianos.
En el siglo XVIII, el Carnaval de Venecia alcanzó su máximo esplendor y reconocimiento internacional, cobrando fama y prestigio en toda Europa. Ocurren justo en esta época las aventuras de uno de los personajes más famosos de la época: Giacomo Casanova, un escritor veneciano muy prolífico, aunque posiblemente sea más conocido como uno de los máximos exponentes del aspecto libertino de la Venecia de la época, que forjó su carácter debido a sus frecuentes fiestas glamurosas y sus conquistas amorosas, pero también con sus numerosos escándalos.
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Etiquetas: Europa, Italia
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