Los orígenes de Halloween: una tradición muy isleña y bastante más española de lo que pensabas

Halloween es actualmente una de las celebraciones más extendidas en todo el mundo. Las series y películas norteamericanas han popularizado…

24 octubre, 2023

Por: Raúl V.


Halloween es actualmente una de las celebraciones más extendidas en todo el mundo. Las series y películas norteamericanas han popularizado en los últimos 50 años sus calabazas, así como sus hogueras, brujas, esqueletos, vampiros o el famoso “truco o trato”, donde las viviendas son decoradas de forma terrorífica durante varios días.

¿Por qué se llama Halloween?

La palabra Halloween procede de la expresión “All Hallows’ Eve” (víspera de Todos los Santos) y su origen está muy relacionado con esta tradición cristiana. Asimismo, Allhallowtide es el nombre que recibe el triduo que abarca las celebraciones cristianas occidentales de la Víspera de Todos los Santos, el Día de Todos los Santos y la Conmemoración de los Fieles Difuntos, que duran desde el 31 de octubre hasta el 2 de noviembre anualmente. Se trata de una época para recordar a los fallecidos, incluyendo mártires, santos y a todos los fieles difuntos cristianos».

Se cree que la fecha actual de Todos los Santos y su víspera fue establecida por el Papa Gregorio III. Sin embargo, esta tradición cristiana tiene una gran influencia celta y romana, como vamos a ver a continuación.

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Samhain, el origen celta de Halloween

Esta palabra que se traduce en gaélico como “fin del verano” se trata de una fiesta gaélica que se celebra el 1 de noviembre y que marca el final de la temporada de cosechas así como la bajada de los rebaños a los pastos invernales y el comienzo del invierno. Las celebraciones comienzan en la tarde del 31 de octubre, ya que el día celta comenzaba y terminaba al atardecer.

Samhain en sus inicios era considerada por el mundo cristiano como una festividad pagana. De hecho, fue castigada por el clero como parte de ceremonias que se alejaban de la fe, invocando espíritus malignos que mortificaban a las almas de las personas que ya habían trascendido este plano de existencia.

Las celebraciones en torno a la cosecha, sin embargo, no se centraban en invocar espíritus sombríos. Por el contrario, era un momento de reencuentro con las personas que ya habían fallecido. Esta tradición celta se enfocaba en marcar el inicio de la “temporada oscura del año“, relacionada con la disminución de horas de luz en invierno en el hemisferio norte.

El Samhain es una de las cuatro fiestas estacionales gaélicas, junto con Imbolc, Beltane y Lughnasa. Antiguamente se celebraba en: la isla de Irlanda; isla de Man; Gales, en la isla de Gran Bretaña; en la Bretaña francesa; y en el norte de España.

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El Samaín en Galicia

Es precisamente en la parte más noroccidental de la Península Ibérica donde se celebraba esta festividad, aquí llamada Samaín, desde varios siglos antes de que se popularizase Halloween en Estados Unidos.

En Galicia eran los druidas los encargados de celebrar la fiesta celta para honrar a los ancestros, a través de numerosos ritos. Según la leyenda esa noche recogían en los bosques más remotos bayas de muérdago, para lo que utilizaban una hoz sagrada forjada en oro. Con ellas, preparaban pócimas y ungüentos, y vaticinaban sobre el futuro de las cosechas y de la aldea. También se apilaban ramas sagradas y se encendían al atardecer hogueras en diferentes puntos de la aldea, para ahuyentar a los malos espíritus y guiar a los difuntos en su camino. 

Algunas personas se cubrían con pieles de animales, máscaras, etc., para despistar a los espíritus y los fantasmas. Además, era común recolectar manzanas y sumergirlas en una caldera con agua e intentar ser capaz de agarrarlas con la boca.

Más tarde aparecieron las calabazas, que comenzaron a ser vaciadas para esculpir en ellas calaveras terroríficas, colocando una vela en su interior, para espantar a los malos espíritus.

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La llegada de Halloween a Estados Unidos

El Samhain llegó a Estados Unidos durante los siglos XVIII y XIX, gracias a los numerosos emigrantes escoceses e irlandeses que partieron hacia el continente americano desde las islas británicas.

A pesar de que en un primer momento los habitantes de Nueva Inglaterra se opusieron a esta festividad, poco a poco las culturas se mezclaron. Con el paso del tiempo se incluyó en esta celebración la leyenda negra de Stingy Jack, un irlandés que la noche de un 31 de octubre se cuenta que se tropezó con el mismo Diablo, que terminaría conociéndose como Jack O´Lantern. Término que acabó utilizándose para referirse a las calabazas que se decoran en Halloween.

Por cierto, el famoso “truco o trato” también tiene su origen en la cultura celta. Y es que dice la leyenda que los druidas iban la noche del 31 de octubre de casa en casa pidiendo comida para honrar a sus dioses.

El boom definitivo llegó en la década de 1970, periodo en el que las series y películas norteamericanas promocionaron Halloween a nivel internacional. Precisamente en 1974 se celebró el primer desfile anual de Halloween del Village de Nueva York; el mayor desfile de Halloween de todo el mundo, que atrae a más de 60 000 participantes disfrazados.

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El Mundus Patet en la Antigua Roma

La otra gran influencia de Halloween nos lleva hasta el Mundus Patet, nombre que significa “mundo abierto” y que se refiere al Mundus Cereris, un edificio de piedra situado en el foro. Es una de las construcciones más antiguas de Roma y marcaba el centro exacto de la ciudad. Se creía que ese era el punto de conexión entre el mundo de los vivos y el de los muertos, por lo que la mayoría del tiempo su entrada permanecía sellada por una gran losa que solo se retiraba en tres ocasiones al año: el 24 de agosto, el 5 de octubre y el 8 de noviembre, fechas que coincidían con los días dedicados a divinidades del inframundo.

Los romanos creían que el mundo de los vivos necesitaba de una conexión con el inframundo para sobrevivir. De hecho el mundus patet formaba parte de un conjunto más amplio de celebraciones relacionadas con el inframundo, guardando ciertas similitudes con Halloween.

Los lares eran espíritus benévolos, mientras que, los larvae eran espectros que se alimentaban de la vida de los mortales; y los maniae eran horribles esqueletos que encendían la locura en los vivos. Junto a estos estaban también los lemures, almas que no conseguían encontrar reposo a causa de su muerte violenta y seguían vagando por la tierra atormentando a los vivos, los cuales se asemejarían a los fantasmas y vampiros.


Etiquetas: Escocia, España, Estados Unidos, Francia, Gales, Galicia, irlanda, Reino Unido

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