En Islandia existen más de 10000 cascadas con diferentes formas, colores, caudales, entornos y altura.
¡Hay para todos los gustos!
Con tanta cantidad y variedad no es fácil hacer una selección, pero seguramente coincida contigo en la mayoría de ellas J
Vamos a verlas todas en un recorrido por la Ring Road, en sentido contrario a las agujas del reloj, que comienza y finaliza en Reikiavik:
1. Öxarárfoss
Empezamos por esta popular cascada. Seguramente Öxarárfoss no se encuentre entre las más altas, caudalosas o más espectaculares, pero decidí incluirla en esta selección.
Además de por su belleza volcánica adornada con el reflejo del arcoiris, el principal motivo que me llevó a incluirla es que Öxarárfoss se halla en el Parque Nacional de Pingvellir, en plena ruta del Círculo Dorado. Para llegar hasta ella hay un bonito camino de unos 15 minutos desde el parking, que transcurre entre las placas tectónicas de Eurasia y Norteamérica.
2. Gullfoss
La siguiente protagonista nos espera aún en el Círculo Dorado, a unos 70 kilómetros hacia el este del Parque Nacional de Pingvellir.
Gullfoss es sin duda una de las cataratas más impresionantes de Islandia. Por ella vierte el río Hvitá su enorme caudal, con gran fuerza y estruendo, en 3 saltos seguidos: el primero de 11 metros, el segundo de 21 y el tercero y más espectacular de 32 metros.
Tal es la magnitud de Gullfoss que se han llegado a medir 2000 metros cúbicos por segundo. Esto hizo que durante mucho tiempo sus antiguos dueños (hoy día está en manos del Estado Islandés) especulasen con la posibilidad de usar este lugar para producir electricidad.
Por fortuna nunca llegó a salir ningún proyecto energético adelante, siendo hoy día una de las cascadas de visita obligada. Gullfoss cuenta con 2 miradores y es muy accesible, con un sendero habilitado desde el parking hasta su base.
Muy importante, si no quieres mojarte… ¡no olvides el chubasquero!
3. Hjálparfoss
A 1 hora en coche de Gullfoss, fuera ya del Círculo Dorado, se encuentran otras 3 magníficas cascadas seguidas, en una distancia de apenas 20 kilómetros.
Hjálparfoss es la primera y más accesible de las 3. Además de su cercanía con el estacionamiento, tiene escaleras y un sendero que te conduce hasta ella.
Lo que le hace aHjálparfoss única es su curiosa forma de cascada doble, que asoma entre grandes paredes volcánicas, por donde discurren las aguas del río Þjórsá. También merece la pena la visita por la tranquilidad del lugar, sin apenas visitantes.
4. Gjáin
No siempre es fácil acceder a las cascadas de Islandia y Gjáin es una prueba de ello. Y es que su largo sendero entre montañas de lava y escoria supone una barrera para muchos visitantes.
Pero el esfuerzo, como siempre, merece la pena y un impresionante oasis te espera en las Tierras Altas de Islandia. De hecho Gjáin no es solo una cascada… ¡Es mucho más!
El río Rauðá nos regala una cascada principal (Gjárfoss) acompañada por varios saltos de agua menores que fluyen en este pequeño edén.
5. Háifoss
Es la más alejada de este pequeño grupo de 3 y seguramente la más espectacular. Sin embargo, al igual que Gjáin su acceso no resultada nada sencillo. Si no dispones de un vehículo 4×4 tendrás que elegir entre ascender a pie (alrededor de una hora) u optar por hacer autostop.
Una vez arriba, Háifoss te dejará sin respiración cuando te sitúes frente a sus 122 metros de altura, y es que se trata de la cuarta cascada más alta de Islandia tras Mosáriokull (240 metros), Gymur (190) y Hengifoss (128 metros).
6. Gljúfrafoss
Llegamos de las Tierras Altas de Islandia hasta el sur del país. En esta zona a los pies del volcán Eyjafjallajökull, que se hizo famoso en todo el mundo por expulsar una enorme cantidad de ceniza en 2010, localizamos nada más y nada menos que 4 cascadas de esta lista en tan solo 30 kilómetros.
También llamada Gljúfrabúi, este salto de agua se encuentra escondido en el interior de una cueva que ha ido moldeando el agua del río, por lo que no es demasiado visible desde el exterior.
Nota: no te olvides el chubasquero si no quieres perderte esta joya escondida.
7. Seljalanfoss
La siguiente cascada del sur está situada a 500 metros de la anterior, por lo que una buena idea, para así ahorrarte el pago del parking, es dejar el coche en Gljúfrafoss y venir andando hasta Seljalanfoss. ¡No te quites el chubasquero!
Seljalanfoss tiene una caída de agua de unos 60 metros, siendo muy popular al permitir el tránsito también por detrás, aprovechando el hueco de la roca, algo que solo he visto posible hasta ahora en Taiwán y en otra cascada islandesa que cito en esta misma entrada más adelante.
8. Skógafoss
25-30 minutos se tarda, siguiendo por la Ring Road hacia el este, en llegar a nuestra siguiente protagonista.
Con su enorme cortina de agua, de 25 metros de ancho por 60 metros de alto, Skógafoss es otra de las cascadas que no te puedes perder en Islandia. Puedes disfrutarla desde abajo y ver de cerca (con ropa impermeable) la enorme cantidad de espuma que da lugar a un gran arcoíris (e incluso 2) visibles en días soleados, o bien subir los 400 escalones que hay a la derecha, los cuales conducen hasta un buen mirador. Desde aquí arriba, junto al río Skógá, comienza Fimmvörðuháls, una de las rutas de senderismo más recomendables de Islandia.
9. Kvernufoss
Justo al otro lado de Skógar se encuentra mi cascada favorita, la otra joya de esta afortunada localidad. Kvernufoss me sorprendió tanto que decidí contártelo en este artículo.
10. Svartifoss
Dejando atrás las proximidades al Eyjafjallajökull, para encontrar la siguiente maravilla debemos conducir nuestro vehículo cerca de 2 horas hasta el Parque Nacional de Skaftafell, en el comienzo del Vatnajökull, el glaciar más grande de Europa.
¿Recuerdas la Iglesia de Hallgrímskirkja?
A Svartifoss se la conoce como la Cascada Negra de Islandia por las columnas negras de basalto hexagonales que se formaron al cristalizarse la lava con las frías temperaturas. Sin duda tenemos en ella una de las mejores muestras de este extraño tipo de formaciones volcánicas, que inspiraron a los arquitectos islandeses para la construcción de esta iglesia luterana.
Svartifoss, como varias cascadas del país, merece un pequeño esfuerzo: caminar 1,5 kilómetros (3 km ida y vuelta) por un camino bastante inclinado.
11. Selfoss y Dettifoss
En el inhóspito noreste de Islandia tenemos una magnífica ocasión de apreciar toda la fuerza de la naturaleza en Selfoss y Dettifoss, dos cascadas muy cercanas cuyas aguas provienen del río Jökulsá á Fjöllum, el segundo más grande de Islandia (206 km), solo superado por el Thjórsá (230km).
Sin desprestigiar a Selfoss, este poderío de la naturaleza lo comprobarás fundamentalmente en Dettifoss, una impresionante cascada de 100 metros de ancho por 44 metros de alto que presume de ser la segunda más potente de Europa.
¡Simplemente brutal!
12. Godafoss
A medio entre el lago Mývatn y la ciudad de Akureyri localizamos la “Cascada de los Dioses”, y es que se cree que los antiguos islandeses realizaban ofrendas en Godafoss a sus dioses paganos.
Godafoss, cuyas dimensiones son de 12 metros de alto por 30 de ancho, tiene fácil acceso, diferentes miradores y recibe una gran cantidad de visitantes diarios. Esta fotogénica catarata de visita obligada destaca por su enorme caudal, que vierte del río Skjálfandafljót por dos hermosos tramos diferenciados.
13. Dynjandi
Alejados de la Ring Road, los Fiordos del Oeste de Islandia no suelen aparecer en los itinerarios de muchos viajeros que visitan esta isla volcánica.
Si tienes ocasión de poder hacerlo, aquí junto al fiordoArnarfjörður,te espera en una de las zonas más salvajes del país “el velo de la novia”, nombre por el cual se conoce a este manto blanco de 100 metros de altura compuesto por 7 cascadas, creadas por el agua en su descenso sobre las rocas.
14. Kirkjufellsfoss
En la Península de Snaefellsnes encontrarás posiblemente la cascada más emblemática de Islandia. No tanto por la espectacularidad de Kirkjufellsfoss, sino por el paisaje de postal que nos ofrece la cascada a los pies de Kirkjufell “la montaña de la iglesia”, llamada así por su extraordinaria forma cónica.
Kirkjufellsfoss es muy accesible y está bastante masificada desde que apareció en Juego de Tronos. Muy recomendable para aquellos de vosotros que buscáis un lugar mágico para ver auroras boreales o un sitio ideal para disfrutar de un gran atardecer.
15. Hraunfossar y Barnafoss
Para el final quedan dos bellas cascadas separadas por escasos metros:
Barnafoss, es la situada más arriba del río Hvitá y significa “la cascada de los niños”. Fue llamada así por una leyenda según la cual 2 niños de la zona murieron al caer de un puente en el momento que sus padres asistían a la misa de Navidad.
Cuando los padres volvieron de misa, vieron que los niños habían desaparecido. Las huellas de los menores conducían hasta un arco natural que existía sobre Barnafoss, por lo que la madre llegó a la conclusión de que los niños se habían caído y ahogado. Finalmente, la madre hizo derribar el puente para que no se repitiera este trágico suceso.
En Barnafoss tendrás la ocasión de ver brotar un río de espuma que desciende entre paredes de lava.
Hraunfossar, “la cascada de la lava” es una serie de cascadas formadas por numerosos riachuelos que fluyen entre el paisaje volcánico y llevan sus aguas al río Hvitá, metros más abajo de Barnafoss. Este magnífico paraje de aguas de un intenso color azul mejora notablemente si tienes la ocasión de visitarlo en otoño.
Y tú, ¿añadirías alguna más a esta lista?
Fotos © coleccionistasdeislas
Etiquetas: Europa, Islandia
Como tú bien dices, es imposible elegir una. La colección que has elegido es muy completa y con maravillosas estampas… Alucinante!!
Muchísimas gracias!! 🙂