En el corazón del área metropolitana de mayor número de habitantes de la Unión Europea se ubica la célebre ciudad de París. La romántica Ciudad de la Luz está bañada por las aguas del Sena, el tercer río más largo de Francia.
Su curso fluvial, de un total de 776 km de longitud, se extiende desde su nacimiento en la región de Borgoña, a 470 metros de altura, hasta su desembocadura en el Canal de la Mancha, entre las localidades de El Havre y Honfleur. Durante su camino se adentra por varias ciudades importantes como Troyes, Melun o Ruan, pero fundamentalmente destaca su paso por la capital francesa donde abraza 3 pequeñas encantadoras islas que vas a conocer a continuación:
Isla de Saint- Louis
Iniciamos las islas parisinas con la primera en el curso del Sena. La Île Saint-Louis o Isla de San Luis, bautizada así en 1725, en honor al rey Luis IX de Francia (1214-1270), también llamado «San Luis» o, en francés, Saint Louis.
En esta isla de un tamaño total de 11 hectáreas viven actualmente alrededor de 2500 vecinos, lo cual supone una de las mayores densidades de población en islas europeas. No obstante, su relevancia histórica comenzó relativamente tarde si la comparamos con la propia ciudad de parisina o la vecina isla de la Cité. Y es que en la actual Saint-Louis durante mucho tiempo hubo dos islotes: la isla Notre Dame, que pertenecía a la catedral de su vecina isla y por el que era conocida antiguamente la isla de Saint-Louis; y la Île aux Vaches (isla de las vacas), que como indica su nombre estaba cubierto de prados y era aprovechado para el pastoreo de ganado del mercado, además de para el almacenamiento de madera.
Fue el rey Enrique IV quien redactó el plan para urbanizar la Île Saint-Louis pero en 1610 fue asesinado por Ravaillac poniendo fin al proyecto. Años más tarde, ya bajo el reinado de su hijo Luis XIII, el plan fue presentado de nuevo al rey por los que ahora se llama «promotores inmobiliarios». Sus nombres se encuentran en las calles de la isla: Marie dio su nombre a Pont Marie, y Poulletier y Le Regrattier han dado nombre a sendas calles.
Tras un periodo de urbanización, la isla se convirtió en una zona exclusivamente residencial a la que se accede por cinco puntos. Se compone por ocho calles, cuatro muelles y un boulevard. No tiene los grandes monumentos de su isla vecina, pero es ideal para pasear y sentarte en una de sus heladerías o cafés. Entre sus residentes más famosos encontramos a Charles Baudelaire, Marie Curie y Camille Claudel.
Isla de la Cité
Caminamos por el Pont de Saint-Louis, uno de los 9 puentes que acceden a la isla de la Cité (la otra ínsula natural parisina) y el único que la conecta con la isla de Saint-Louis. Este puente data de 1970 y cubre los 60 metros existentes entre ambas islas.
La Île de la Cité, cuyo tamaño es de 22,5 hectáreas, es la mayor de las islas de París y alberga algunos de los monumentos más frecuentados de la capital francesa, tales como la catedral de Notre-Dame, la Sainte-Chapelle, o la Conciergerie. Además, aquí residen alrededor de 1000 personas y hay espacio para cuatro parques y otras tantas plazas públicas, destacando la plaza Juan XXIII o la Place Louis Lépine, donde encontrarás el mercado de las flores.
Uno de los aspectos clave en esta isla es su estrecho vínculo con las raíces de Paris. Tal es su importancia, que se cree que podría ser el emplazamiento inicial de la ciudad, cuyos orígenes se remontarían a la época de los parisios, un pueblo celta que se instaló en la Ile de la Cité entre 250 a.C. y 200 a.C. aprovechando que la zona era rica en pesca y caza.
Ya en el siglo XIX, la gran isla parisina, al igual que toda la ciudad, sufrió un profundo cambio. Las transformaciones de París durante el Segundo Imperio o trabajos haussmanianos constituyeron la modernización del conjunto de la capital francesa, Fue llevada a cabo de 1852 a 1870 por Napoleón III y el Barón Haussmann, y en lo que concierne a la isla suscitó numerosas críticas y protestas al ser demolidas prácticamente todas las casas y varios edificios históricos, con la consiguiente expulsión de 25 000 personas. Quedó en pie únicamente dos laterales de la Place Dauphine y el claustro de Notre-Dame.
Isla de los Cisnes
Si navegamos algo más de 4km por el río Sena veremos, ubicada entre el distrito 15 y el 16 de la capital de Francia y muy próxima a la Torre Eiffel, una isla con forma fina y alargada con 890 metros de largo por 11 metros de ancho.
Al contrario que la Île Saint-Louis y la Île de la Cité, la Île aux Cygnes o Isla de los Cisnes es artificial. Fue construida en 1827 y al principio tan solo era un dique utilizado para proteger el Pont de Grenelle. Su nombre guarda estrecha relación con una antigua isla de los Cisnes que existió unos metros más arriba del Sena justo hasta unos años antes de la construcción del dique.
En esta fina isla, atravesada por otros dos puentes además del mencionado Pont de Grenelle, hay espacio para un paseo arbolado, llamado L’Allée des Cygnes, que lo hace un lugar muy popular para pasear y admirar las magníficas vistas de la torre Eiffel. Este paseo se extiende desde la punta norte hasta el extremo sur, donde se encuentra una réplica de la Estatua de la Libertad que data de 1889 (casi tres años después de la célebre ubicada en Nueva York) y fue donada por la comunidad parisina que reside en Estados Unidos al municipio de París, conmemorando el centenario de la Revolución Francesa.
La estatua inicialmente daba hacia el este, hacia la Torre Eiffel, pero fue orientada hacia el oeste, en 1937, para la Exposición Universal de París organizada en ese año. Su base lleva una placa conmemorativa, y la tabla en su mano izquierda lleva la inscripción: IV Juillet 1776 y XIV Juillet 1789, reconociendo la independencia estadounidense y el Día de la Toma de la Bastilla, respectivamente.
Etiquetas: Europa, Francia
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