Italia es uno de los países del Mar Mediterráneo con mayor cantidad de islas. En el país transalpino tenemos: al noroeste del Adriático la espectacular ciudad de Venecia, formada por 118 islas; ínsulas de enorme tamaño como Cerdeña o Sicilia, las más grandes del Mediterráneo; y un constante reguero de islas y archipiélagos repartidos principalmente entre tres grandes mares: Adriático, Jónico y Tirreno, y dos menores: mar de Liguria y mar de Cerdeña.
En esta entrada vamos a poner el foco sobre cada una de las islas de los encantadores lagos, todos ellos de origen glaciar, del norte del país. Un recorrido que iniciaremos en la región del Piamonte y concluirá en el Véneto, a las puertas de la romántica ciudad de Verona.
Lago de Orta
El primero de la lista no es a priori demasiado conocido, pero alberga en su interior una de las islas lacustres más bellas de toda Italia: la isla de San Giulio, situada a 400 metros del pintoresco pueblo de Orta San Giulio. Esta pequeña ínsula de 275 metros de largo por 140 de ancho contiene un reducido casco antiguo, cuyos edificios históricos más relevantes son la Basílica de San Giulio y la Abadía Mater Ecclesiae, construida sobre las ruinas de un antiguo castillo, que ocupa la mayor parte de este retiro espiritual en la actualidad habitado por un puñado de isleños.

Lago Mayor
A tan solo 8 kilómetros del Orta se encuentra el lago Mayor que, pese a que nos pueda despistar su nombre, en realidad es el segundo de mayor superficie del país, tras el lago de Garda. Tiene unas dimensiones de 212 km² y en su interior se hallan nada más y nada menos que 11 islas, perteneciendo las meridionales a las regiones de Piamonte (en su mayoría) y Lombardía, mientras que las más septentrionales se encuentran ya en aguas Suizas.
En el lago Mayor sobresale fundamentalmente el espectacular archipiélago de las islas Borromeas, sobre el que profundizaremos próximamente en otra entrada. Las Borromeas están situadas en el Golfo de Verbania y se componen de 5 islas: de las cuales 3 son pequeñas ínsulas (isla de los Pescadores, isla Madre e isla Bella) y 2 islotes (San Giovanni y Scoglio della Malghera) que se extienden entre las localidades de Stresa y Baveno, al sur, y Verbania, al norte.
Retrocedemos momentáneamente al sur del Mayor, frente a la localidad de Angera, donde se ubica Partegora, la única isla de Lombardía en este lago. Es un pequeño territorio natural, hábitat de varias especies protegidas. Partegora fue testigo de un sorprendente hallazgo a escasos metros de ella, en el Oasis de Brushcera. Y es que, Alessandro Volta, en 1776 durante una navegación por el Mayor, descubrió el metano, al darse cuenta que el aire de los pantanos era inflamable. Esta idea de lo que podría ser el metano fue denominada inicialmente “gas de los pantanos” y posteriormente se realizaron estudios e investigaciones sobre dicho aire inflamable.
Navegamos hacia el norte de las Borromeas, para alcanzar las costas de la población de Cannero Riviera y los islotes conocidos como Castillos de Cannero, con presencia de ruinas de antiguas fortificaciones, situadas en dos de las tres islas, las cuales emergen del agua y se reflejan en ella, creando un efecto mágico.
Dice la leyenda que el fondo del lago de estos islotes rocosos, que han sido utilizados por pescadores y contrabandistas a lo largo del tiempo, esconde cofres del tesoro, lanzados por los hermanos Mazzarditi, quienes encargaron construir la primera fortaleza en estas rocas allá por el siglo XV, antes de ser derrotados por el enemigo.
Concluimos este magnífico lago Mayor, que combina una fascinante historia con bellos paisajes, cruzando la frontera suiza. Cerca de Ascona tenemos las islas de Brissago, albergando una de ellas un interesante jardín botánico.

Lago Varese
Justo al lado del Mayor tenemos a su hermano pequeño: el Varese, que con una superficie de 14,95 km² bien podría ser el gemelo del Orta. Curiosamente, al igual que el país italiano, tiene una peculiar forma de zapato en cuyo talón, y a escasos metros de la costa, se halla un pequeño territorio de forma triangular llamado isla Virginia al que se puede llegar desde los principales embarcaderos del lago. Es importante por ser uno de los yacimientos más famosos de la prehistoria europea.
Conocida como Isola di San Biagio en el siglo XVI, debido a la presencia de una pequeña iglesia dedicada al santo, fue rebautizada a finales del siglo XIX por su último propietario, Andrea Ponti, en honor a su esposa Virginia. Tiene una superficie de 9200 metros cuadrados y es el resultado de una sedimentación de escombros acumulados a lo largo de milenios, tras un asentamiento humano que utilizó los palafitos como vivienda en el lago con un doble propósito: explotar un hábitat favorable para la pesca y escapar de los peligros de los animales depredadores y las tribus rivales.
Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO al tratarse del asentamiento de pilotes más antiguo del arco alpino y sus hallazgos se conservan en el pequeño museo arqueológico de la isla.
Lago Como
Llega el turno para el lago Como, el tercero más grande del país y uno de los más visitados cada año. Tiene una extensión de 146 km² y destaca por sus 416 metros de profundidad, siendo no solo el de mayor profundidad de toda Italia sino uno de los más profundos de Europa.
Su forma es de una “Y” invertida y está repleto de pueblos pintorescos, con elegantes y lujosas villas que se levantan a lo largo de toda su costa, siempre escarpada.
Uno de esos pueblos es Lenno, con su espectacular Villa del Balbianello, una magnífica mansión ajardinada del siglo XVIII que le convierte en uno de los puntos de referencia del Lago de Como. Y mientras tanto, muy próxima a estos glamurosos y transitados lugares se localiza la tranquila isla Comacina, la cual fue alguna vez sitio de un poblado galo, un fuerte romano y un asentamiento medieval. Durante esta época la isla era una ciudadela fortificada de gran importancia militar debido a su estratégica posición por la que Milán combatió contra el mismísimo Barbaroja, que arrasó la ciudad.
Se cuenta que cuando los lombardos invadieron el norte de Italia, la isla fue uno de los últimos puestos avanzados del imperio romano en resistir, y poco a poco se llenó de casas e iglesias, todas conocidas como Cristopolis. Incluso dicen que el Santo Grial fue depositado aquí por un tiempo.

Lago Pusiano
La otra isla de la provincia de Como es todo un secreto, y es que permanece alejada del turismo en el pequeño lago Pusiano (4,95 km2). Tiene forma ovalada y su nombre es isla de los Cipreses, debido a que contiene alrededor de 130 ejemplares de este tipo de árbol.
Esta isla estuvo fortificada y habitada, entre otros, por el virrey de Italia Eugenio de Beauharnais antes de ser vendida en 1874 a la familia Gavazzi, quienes se han encargado de su mantenimiento y han contribuido a la repoblación de la fauna del lago con garzas, pavos reales y cisnes. Además, han traído animales de otros continentes tales como ualabíes, grúas coronadas, maras o pavos reales.
Si estas pensando en un lugar para celebrar bodas u otros eventos, la isla de los Cipreses puede ser una opción muy atractiva.
Lago Iseo
A medio camino entre las ciudades de Bérgamo y Brescia tenemos una parada obligatoria en este precioso lago de 65,3 km² del que emergen tres islas: Monte Isola, su ínsula principal, y las pequeñas islas de Loreto y San Pablo.
Con un considerable tamaño 4,5 km², Monte Isola tiene el honor de ser la isla lacustre más grande de Italia, pero no solo eso y es que a su vez es la más alta de toda Europa, elevándose 415 metros (teniendo en cuenta los 185 metros de altura del lago Iseo y los 600 metros del Santuario de Nuestra Señora de Ceriola, el punto más alto de Monte Isola.
A pesar de estar tan cerca de la costa, Monte Isola te hará retroceder en el tiempo gracias a la ausencia de coches y a sus iglesias, monasterios, castillos y pueblos medievales con laberínticas callejuelas.
Monte Isola está acompañada en el Iseo por la isla de Loreto, al norte, y la isla de San Pablo, al sur, ambas de propiedad privada.

Lago de Garda
Finalizamos esta aventura por los lagos de norte de Italia con su gran mar interior: el lago de Garda (369,98 km2). Con gran variedad de atractivos que nos da para una entrada aparte, el Garda es también el más visitado del país y abarca hasta tres regiones: Lombardía, Trentino-Alto Adigio y Véneto.
En su interior se halla la bella isla del Garda, con una larga y rica historia, y los islotes de Altare, Stella, San Biagio y Coniglio, al sur, y Trimelone, Val di Sogno y Olivo, al norte.
Por último, no podía olvidarme de la encantadora isleña localidad de Peschiera del Garda, que se encuentra justo en la salida del río Mincio, del lago de Garda.

Fotos @ coleccionistasdeislas
Etiquetas: Europa, Islas Lacustres, Italia







Que artículo más completo y que islas más maravillosas!!
Italia, sempre bella 😍🇮🇹
Muchas gracias!
Son unas islas preciosas 🇮🇹
Saludos