En la parte nororiental de las Islas Canarias, a una distancia de entre uno y veinte kilómetros del norte de Lanzarote se halla este magnífico conjunto de cinco islas de reducido tamaño (La Graciosa, Alegranza, Montaña Clara, Roque del Oeste y Roque del Este), llamado Archipiélago Chinijo.
La segunda reserva marina más grande de Europa
Una de las características más relevantes del archipiélago Chinijo es su enorme valor medioambiental, al concentrar una gran cantidad de endemismos vegetales y colonias de aves marinas y rapaces. Ello motivó que en 1986 se declarase Parque Natural del Archipiélago Chinijo, que incluye las 5 islas e islotes, y los acantilados de Famara y sus alrededores, en la isla de Lanzarote. La protección de las aves de las islas se concretó en 1994, con el nombramiento de Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
También en este espacio natural protegido encontramos la mayor biodiversidad marina de las Islas Canarias. De esta forma, y con el fin de garantizar la explotación sostenible de los recursos pesqueros, en 1995 se crea la Reserva Marina Isla Graciosa e Islotes del Norte de Lanzarote, la segunda reserva marina más extensa de Europa, con alrededor de 700 km². Esta amplia superficie protegida fue únicamente superada recientemente con la creación de la reserva de las Islas Salvajes, de 2677 km². Se da la circunstancia de que estas islas portuguesas están situadas a tan solo 240km en dirección noroeste de la isla de Alegranza.
Primeros habitantes del archipiélago y origen de “Archipiélago Chinijo “
Alegranza, hoy día deshabitada, fue la primera isla del Archipiélago Chinijo en tener población permanente gracias a la construcción en 1865 del Faro de Punta Delgada. Aquí pasaron largas temporadas diferentes torreros junto a sus familias durante más de 126 años. El último farero de Alegranza fue Agustín Pallarés, quien ejerció la profesión en la isla desde 1956 hasta 1991.
Además de la figura del farero, durante la mayor parte de este tiempo la isla fue compartida por diferentes familias de medianeros hasta 1970. El medianero, en compañía de su familia se establecía en la vivienda de El Veril, muy próxima a la Caldera de Alegranza, a unos 4 km del faro. Estas familias cazaban pardelas, cultivaban una pequeña extensión de terreno y cuidaban del ganado: durante este tiempo en la isla había vacas, burros, camellos (dromedarios), cabras…
El uso oficial de “Archipiélago Chinijo” es bastante reciente, su origen data de principios de la década de 1980. Hasta ese entonces no había un nombre específico para estas islas, empleándose denominaciones como “los islotes” o “el archipiélago menor”.
“Chinijo” es una palabra exclusiva lanzaroteña que significa pequeño como adjetivo, pero también es usado como sustantivo para referirse a “niño”, en sentido cariñoso. Esta nueva denominación que comenzaba a aparecer en mapas turísticos y diversas publicaciones, impuesta desde fuera de Lanzarote, tardó en hacerse popular entre los isleños.
Islas privadas y de propiedad pública de difícil acceso
Debido a la situación protegida mencionada anteriormente hace que sea muy complicado su acceso, con la excepción de La Graciosa, la única que cuenta con transporte marítimo de línea regular diario.
Alegranza y Montaña Clara tienen una situación muy particular: son dos islotes deshabitados de propiedad privada. Solo es posible visitarlos obteniendo un permiso de la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias y la autorización de sus propietarios.
Aunque no puedas conocer in situ todas estas islas, siempre te quedará el consuelo de disfrutar de las mejores panorámicas del archipiélago desde dos puntos fabulosos: Montaña Bermeja, en el norte de La Graciosa; y el Mirador del Río, situado a 400 metros de altura en el norte de Lanzarote.
La famosa escritora y viajera británica Olivia Stone dejó estas palabras en el siglo XIX sobre las vistas desde lo alto del Risco de Famara, en su viaje realizado a la isla un siglo antes de que se inaugurase el Mirador del Río:
“Rara vez he visto algo más bello que estas escarpadas rocas de color gris, rojo y pardo, rodeadas de azul. Si se las observa por separado, no hay nada en estas islas, desnudas y sin árboles, que suscite admiración, pero lo que les da su belleza hay que verlo para admirarlo. Es el maravilloso colorido, el cielo azul con nubes aborregadas, y estos islotes escarpados, de vivos colores y desiertos, engarzados como piedras preciosas en un mar turquesa”.
Un archipiélago formado por 1 isla principal y 4 islotes
El archipiélago Chinijo está formado por 1 isla principal (La Graciosa) y 4 islas menores (Alegranza, Montaña Clara, Roque del Este y Roque del Oeste):
Alegranza
Situada a 20km de Lanzarote, Alegranza es la más septentrional y la segunda más grande del archipiélago (10,3 km²). Está deshabitada en la actualidad y concentra una importante colonia de pardela cenicienta.
En ella destaca la enorme Caldera de Alegranza, cuyo cráter tiene un diámetro de 1,1 km y llega a alcanza una altitud de 289 metros. Otros atractivos de la isla son: Las Capillas, enormes acantilados que se levantan desde el mar hasta lo alto del propio cráter por su lado occidental; un impresionante jameo próximo a una bella playa de arena roja; y su faro, declarado Bien de Interés Cultural en 2002.
Sus propietarios son la familia Jordán-Martinón, quienes la adquirieron de sus anteriores dueños en 1941.
Roque del Este
Dejamos la isla más norteña y nos trasladamos al punto más oriental de las Islas Canarias. Este pequeño islote con de 0,06 km² y 84 metros de altura máxima tiene una forma de L invertida y se encuentra en el noreste de Lanzarote, a 11 km de las costas de Órzola.
Roque del Oeste
El otro roque, también llamado Roque del Infierno, se halla a unos 8km al sur de Alegranza y frente a las costas de Montaña Clara, a la que le separan únicamente 600 metros. Su superficie es de 0,016 km², lo que le convierte en el más chinijo de este grupo de islas.
Montaña Clara
La otra isla privada es propiedad de los herederos de Mariano López Socas, quién compró la isla en 1957. No obstante, nunca ha estado habitada.
Montaña Clara, que tiene una superficie de 2,7 km² y una altura máxima de 256 metros, es un importante hábitat de diferentes aves, pero también aquí existen numerosos ejemplares de musaraña canaria.
La Graciosa
Es la más grande y próxima a Lanzarote. Actualmente es la única isla habitada del archipiélago y también la más accesible, al contar con transporte regular diario. De ella te hablo en esta entrada.
Fotos © coleccionistasdeislas
Etiquetas: España, Islas Canarias, Lanzarote
Impresionante y bello archipiélago. Lástima de la privacidad de alguna de estas islas.
Hola Mario,
Es sin ninguna duda uno de mis archipiélagos preferidos 🙂
Saludos!